Para conocer la opinión de los profesionales de la seguridad, Segurilatam ha realizado un sondeo en LinkedIn planteando la siguiente pregunta: De las siguientes ¿Cuál crees que será la principal amenaza para la seguridad corporativa en 2024? Y ha obtenido las siguientes respuestas:
Ciberamenazas (56%)
Polarización social (21%)
Desinformación (19%)
Eventos climáticos extremos (4%)
Como puede observarse, las ciberamenazas son consideradas el principal riesgo por los expertos en seguridad consutados. Al respecto, el informe Panorama Global de Ciberseguridad 2024 del Foro Económico Mundial explora los retos a los que se enfrentan los líderes empresariales en materia de ciberresiliencia. Entre ellos:
Los profesionales de la seguridad corporativa no pueden ser ajenos a estos desafíos. Y, como señala el reporte del Foro Económico Mundial, deben adoptar medidas inmediatas y estratégicas que contribuyan a crear un ciberespacio más seguro y resiliente.
Por lo que respecta la la desinformación, principal desafío de la encuentra de percepción de riesgos globales de 2024, el Foro Económico Mundial advierte sobre la creciente influencia de la información falsa en la opinión pública y su capacidad para socavar la confianza en los hechos y las autoridadades. En el caso del continente americano, Estados Unidos y México, sexto y undécimo, respectivamente, son algunos de los países con mayor riesgo de verse afectados por las consecuencias de la desinformación.
Pero, ¿qué es la desinformación exactamente? Al respecto, el Diccionario de la Real Academia Española define el término como:
En cuanto a la Organización de las Naciones Unidas (ONU), señala que "no existe una definición universalmente aceptada de desinformación". Y añade que "ninguna definición puede ser suficiente por sí sola dados los múltiples y diferentes contextos en los que puede surgir la preocupación por ella", incluso en relación con cuestiones tan diversas como los procesos electorales, la salud pública, los conflictos armados o el cambio climático.
En lo referente a cómo se difunde, la ONU observa que puede ser propagada por Estados o agentes no estatales. Y afecta a un amplio abanico de derechos humanos, socavando las respuestas a las políticas públicas o amplificando las tensiones en tiempos de emergencia o conflicto armado. En este aspecto:
Como ya se ha comentado, la propagación de información falsa puede tener consecuencias sociales, políticas y económicas devastadoras. Entre ellas: influir en decisiones electorales, provocar pánico en situaciones de crisis, dañar la confianza pública, dividir comunidades y socavar la democracia.
Y no sólo eso: la manipulación de la información es capaz de contribuir a la polarización y radicalización de las sociedades.
Del mismo modo, la desinformación representa una gran amenaza para la seguridad. Ello es así porque es utilizada como una herramienta estratégica de cara a desestabilizar naciones, debilitar instituciones y fomentar la discordia entre países.
Y los actores maliciosos se sirven de la desinformación para crear situaciones de caos, afectar a la toma de decisiones políticas y, en última instancia, también para amenazar a la seguridad nacional e internacional.